¿Qué se conmemora? 

En el mes de octubre se desarrolla la campaña del Mes de la cinta rosada y celeste en Panamá, la cual busca la prevención y diagnóstico temprano del cáncer de mama y próstata. 

Con esta campaña, los diversos gremios buscan concienciar a la población en general, sobre la importancia de realizarse el control integral del cáncer, abarcando prevención, detección precoz, diagnósticos, tratamiento, rehabilitación, entre otros cuidados. 

En Panamá el cáncer es la primera causa de muerte, con más de 8300 casos nuevos y más de 3000 muertes registradas anualmente (Registro Nacional de Cáncer, Boletín 2017/p). Los tipos de cáncer más frecuentes en el país son de mama, próstata, estómago, piel, cervicouterino y colon. 

¿Por qué hablar de este tema a las empresas, instituciones y organizaciones? 

Tratar este tema, es relevante debido a esto se relaciona con un asunto de derechos y de Responsabilidad Social Empresarial; de hecho las normas ISO 26000 que son un conjunto de guías que establecen líneas en materia de Responsabilidad Social, en una de las materias  en la que aborda lo relacionado a las prácticas laborales, señala dos responsabilidades que es necesario asumir: la primera procurar un adecuado balance entre vida familiar y laboral y la segunda es  procurar la vida saludable de su personal. 

Si las personas permanecemos en nuestro lugar de trabajo 8 horas diarias, durante toda la semana, y permanecemos siempre enfocadas en nuestras obligaciones laborales, familiares y personales; realmente es difícil que acudamos a los centros de salud, y que tengamos chequeos médicos constantes; por lo que es necesario, que desde los lugares de trabajo se promueva el hábito en las personas de estar atentas a su salud, realizarse exámenes periódicos, es decir llevar la salud al lugar de trabajo. 

Actualmente, el Plan Nacional para la Prevención y Control del cáncer en una de las medidas señala que muchas de las acciones relacionadas con la mejora de los hábitos de vida y prevención de factores de riesgo para el cáncer, adolecen de una buena coordinación, ya que se generan actividades fraccionadas y poco efectivas; por lo que nuevamente sale a la luz la importancia de fomentar alianzas estratégicas, entre diferentes actores, como lo promueve la IPG; a fin de educar de manera efectiva sobre los factores de riesgo como el consumo de alcohol y tabaco, la obesidad, la promoción de estilos de vida saludable, el estrés, entre otros. 

Y colocando el lente de género, esto cobra aún más relevancia, debido a que los estereotipos de género también inciden en la forma en la que ejercemos el control de nuestra salud. Por ejemplo, los hombres en comparación con las mujeres tienden más a postergar los chequeos médicos habituales y la atención médica; esto coincide con las visiones tradicionales acerca de la masculinidad, que les limita a buscar atención sanitaria cuando la necesitan, la necesidad de que los hombres sean autosuficientes, particularmente en lo que tiene que ver con su salud física y emocional. Para una mujer hacerse el Papanicolau es algo usual, mientras que para los hombres el examen rectal puede llegar a convertirse en un tabú, cuando en realidad es una prueba de gran importancia para detectar y tratar el cáncer de próstata antes de que se propague en un hombre. 

Y en el caso de las mujeres, si bien somos más atentas a realizar mayor chequeo médico, también pasa que desde pequeñas hemos sido socializadas para atender a todo el mundo, y no priorizarnos, cumplimos con las citas médicas de los hijos e hijas, la mamá, el tío enfermo y de último lugar nos atendemos a nosotras mismas; por lo que un compromiso que debemos fomentar es atender nuestra salud y no postergar lo realmente importante que somos nosotras mismas. 

Influencia del estrés en el organismo 

Se han señalado muchos factores externos como causa de diversos tipos de cáncer, tales como irradiación solar o de rayos X, consumo del alcohol, dieta no balanceada, entre otros. Pero es importante destacar que la función endocrina y la inmunitaria son sensibles al estrés. Riley (1975) sostiene que el estrés genera un debilitamiento del sistema inmunológico encargado de proteger al organismo. Sostiene que, aunque el estrés no sea, la causa primaria del cáncer, éste constituye la circunstancia responsable de una reacción fisiológica y bioquímica del organismo que permite su aparición y favorece su desarrollo. 

Por lo anterior es de mucha relevancia en las empresas fomentar la salud mental como factor protector, hacer análisis de clima organizacional, fomentar un balance vida familiar y personal, apostar al salario emocional, crear una cultura libre de violencia y hostigamiento en el lugar de trabajo; todo esto permite generar bienestar en el personal y con esto también aportamos a la prevención integral del cáncer. 

TOP FIVE de acciones que se pueden desarrollar para impulsar la salud del personal, desde una perspectiva de género.
 

1.       La salud integral de nuestro personal importa, por lo que como empresas socialmente responsables debemos promover la sensibilización acerca del autoexamen de mamas y del adecuado control de la salud, para eso las ferias de salud, promover alianzas con centros de salud, son acciones relevantes para garantizar que nuestro personal tome efectivo control sobre su salud. 

2.       Sensibilizar sobre sesgos, a fin de romper estereotipos de género que nos priven de llevar una buena relación con nuestro cuerpo y nuestra salud, así como aprender a priorizarnos. 

3.       Educar sobre estilos de vida saludable, de manera que se oriente al personal sobre alimentación, ejercicio físico, prevención del alcohol y tabaquismo. 

4.       Promover adecuados climas organizaciones que garanticen la salud mental de los trabajadores y trabajadoras, hacer encuestas para evaluarlo, promover espacios de autocuidado y manejo del estrés. 

5.       Sumarse a la campaña de la cinta rosada y celeste, pero llevar el compromiso a la acción, no solamente en el mes de octubre.